Adicciones
(Trastornos por uso de sustancias y comportamentales)
Un 10 % de los adultos tiene alguna adicción, sobre todo a sustancias como el alcohol o el tabaco. Sin embargo, surgen nuevas formas de adicción, como el juego online, lo que obliga a nuevas estrategias de prevención y tratamiento.
Los trastornos por uso de sustancias y las adicciones conductuales se caracterizan por la incapacidad persistente para controlar el uso de una sustancia o comportamiento, a pesar de las consecuencias negativas significativas a nivel físico, psicológico, social o laboral.
Afectan al sistema de recompensa cerebral, produciendo una pérdida progresiva de control, tolerancia, abstinencia y una motivación patológica hacia el consumo o la conducta adictiva.
¿Qué síntomas puedo tener?
Para el trastorno por uso de sustancias, se requieren al menos 2 o más de los siguientes síntomas en un periodo de 12 meses:
- Consumo en cantidades mayores o durante más tiempo del previsto.
- Deseo persistente o esfuerzos fracasados por reducir o controlar el consumo.
- Mucho tiempo dedicado a obtener, usar o recuperarse del consumo.
- Ansias o deseo intenso (“craving”).
- Incumplimiento de obligaciones laborales, escolares o domésticas.
- Problemas sociales o interpersonales persistentes.
- Abandono de actividades importantes.
- Consumo en situaciones físicamente peligrosas.
- Consumo a pesar de saber que causa daño físico o psicológico.
- Tolerancia (necesidad de más cantidad para el mismo efecto).
- Síndrome de abstinencia (síntomas físicos o psicológicos al reducir o cesar el consumo).
Conductas comunes en el Juego Patológico
La adicción al juego suele empezar con una preocupación constante por apostar, pensando en ello a lo largo del día. Con el tiempo, la persona necesita apostar cantidades cada vez mayores para sentir la misma emoción. A pesar de los intentos por dejarlo, suele fracasar una y otra vez, lo que genera frustración y culpa. Para ocultar el problema, es común mentir sobre el tiempo o el dinero dedicados al juego. Muchas personas también recurren al juego como una forma de escapar de emociones difíciles como la ansiedad, la tristeza o el estrés.
Causas y factores de riesgo
Biológicos y neuroquímicos:
- Alteraciones en el sistema dopaminérgico mesocorticolímbico (circuito de recompensa).
- Vulnerabilidad genética (heredabilidad del 40–60%).
- Mayor riesgo en personas con déficit en autorregulación emocional.
Psicológicos:
- Trastornos de salud mental comórbidos: ansiedad, depresión, TDAH, trastornos de personalidad.
- Uso como forma de autorregulación emocional (auto-medicación).
- Experiencias traumáticas no resueltas.
Sociales y contextuales:
- Entornos con alta disponibilidad de sustancias.
- Estilos parentales negligentes, maltrato o abuso.
- Influencia de problemas familiares, presión social, exclusión o desempleo.
